Maestros de los juegos mentales

Tras un fascinante fin de semana en Valencia, Nick Harris hace un repaso de algunos de los pilotos que dominaron la presión en los momentos más cruciales de la temporada

Todo forma parte de una batalla, especialmente si se llega a la última ronda del Campeonato del Mundo con el título en juego. Y como no podía ser de otra manera, la lucha del fin de semana en Valencia por la corona 2023 entre 'Pecco' Bagnaia y Jorge Martín no fue una excepción. Cuando estás 21 puntos por detrás con un máximo de 37 en juego, tienes que utilizar todos los trucos posibles. Martín no perdió de vista a Bagnaia en los entrenamientos del viernes y el actual Campeón del Mundo y Campeón electo parecía un poco nervioso. El sábado templó los nervios y el resto… es historia. Martín no es ni el primero ni el último en intentar desestabilizar a un gran rival. Hay algunos nombres notables en el club de los maestros de los juegos mentales.

Esos miembros del club emplearon diferentes tácticas para adaptarse a la situación y al rival. En la pista, en la parrilla, a través de los medios de comunicación, en una rueda de prensa e incluso poniendo a prueba la lealtad de un compañero de equipo. Todos han sido utilizados para lograr ese objetivo final: el título Mundial. Algunos han tenido éxito, otros no. 

El doble Campeón del Mundo de 500cc, Barry Sheene, fue un maestro en este arte. En las grandes reuniones británicas llegaba a la parrilla fumando un cigarrillo y ya con el casco puesto. Hacía un hueco en la parte delantera del casco para encajar el cigarrillo. Caminaba a lo largo de la primera fila de la parrilla y sacudía la cabeza mientras comprobaba la elección de neumáticos de sus oponentes. Barry también tenía a los medios de comunicación comiendo de su mano y hacía pasar un mal rato a sus principales rivales ante la prensa. Uno de los hombres a los que no afectaba y que encontraba tan divertidos los anti titulares era Kenny Roberts. El estadounidense le arrebató a Barry el título Mundial y ganó dos más.

En la pista, Kenny probó todos los trucos del libro para recuperar el título Mundial en un duelo con Freddie Spencer en Imola en 1983. En el circuito italiano, donde Kenny había debutado en Europa nueve años antes, tenía que ganar para evitar que Spencer se convirtiera en el Campeón del Mundo de 500cc más joven de la historia. Un segundo puesto por detrás de Kenny daría el título a Freddie. Se intercambiaron el liderato, con Kenny subiendo y bajando el ritmo constantemente, esperando que Freddie se cayera o que Eddie Lawson, con la segunda Yamaha, les alcanzara y relegara a Freddie a la tercera posición. Nada de eso sucedió, y el segundo puesto de Freddie le dio el título. Kenny se retiró.

Ser compañero de equipo de Phil Read no significaba estar exento de esos juegos mentales, como descubrió Bill Ivy en 1968. Los compañeros de equipo de Yamaha acordaron que Read ganaría el título mundial de 125cc e Ivy el de 250cc. Ivy cumplió su parte del trato y Read se coronó Campeón del Mundo de 125cc, pero incumplió el acuerdo en la clase de 250cc. Llegaron a la ronda final en Monza y Read ganó la carrera por delante de Ivy. Ivy quedó desolado y se retiró antes de perder la vida un año después en una carrera de reaparición en Alemania. Read siguió ganando más títulos mundiales y disgustando a sus compañeros de equipo.

Valentino Rossi no ganó esos nueve títulos mundiales sin entrar en el club. Se impuso a su acérrimo rival Max Biaggi, tanto dentro como fuera de la pista, con un gran pilotaje unido a inteligentes juegos mentales. El italiano hizo lo mismo con Sete Gibernau tras un altercado en 2004 en Qatar. En la rueda de prensa celebrada una semana después en Malasia, Rossi dijo a Gibernau y a los medios de comunicación de todo el mundo que el español no volvería a ganar un gran premio, y no lo hizo. No ocurrió lo mismo 11 años después en la misma sala de ruedas de prensa de Sepang. Rossi lanzó un mordaz ataque contra Marc Márquez a propósito de la carrera disputada una semana antes en Phillip Island. Márquez se mantuvo firme y la pelea acabó en la pista y no a favor de Rossi. Su choque en la pista con Márquez más otra penalización anterior significó que tuvo que empezar la ronda final en Valencia desde la última fila. Finalmente terminó cuarto, pero perdió el título a favor de su compañero de equipo Jorge Lorenzo.

Los juegos mentales no siempre funcionan, pero ocurren y siempre ocurrirán.