Cuando la enorme bola roja del sol desaparecía bajo el árido paisaje desértico y se oía el chasquido de miles de bombillas, sabía que la nueva temporada estaba en marcha. Durante 16 años, el escenario iluminado de Lusail fue el comienzo de una nueva temporada, pero ahora los papeles se han invertido. De repente, el circuito de 5,380 km es donde se decide un Campeonato del Mundo de MotoGP™ en lugar de empezar. Catorce valiosos puntos separan a 'Pecco' Bagnaia y Jorge Martín antes de la penúltima ronda. Por primera vez, la lucha por el título podría resolverse en el desierto tras la disputa del Tissot Sprint y la carrera del GP Qatar Airways de Qatar.
La llegada a Doha siempre anunciaba un cambio total de vida. El invierno había terminado y la familia y los amigos sabían mejor que nadie que el estilo de vida viajero había vuelto, tras un invierno aparentemente demasiado corto. Pronto descubrías que la talla que tenías en los pantalones del uniforme había cambiado drásticamente durante aquellos golosos meses de invierno. Los zapatos que habías pedido eran demasiado grandes y las camisas tenían problemas para cubrir tu barriga, más grande de lo que era en noviembre. Te reunías con los compañeros con los que ibas a pasar gran parte de los ocho meses siguientes en las cabinas de comentaristas, las salas de prensa, los aeropuertos, los hoteles y, por supuesto, los bares.
El Circuito Internacional de Lusail albergó su primer Gran Premio en 2004 y su primera ronda inaugural en 2007. El calor y los horarios de televisión en Europa lo dificultaban, así que Qatar ideó una solución que, sinceramente, me pareció un sueño hecho realidad. Al año siguiente, al sobrevolar cientos de kilómetros de arena del desierto, la silueta del trazado iluminado de Lusail atravesó la oscuridad. En 12 meses, el circuito se había iluminado. El GP de Qatar de 2008 fue la primera ronda de un Campeonato del Mundo de motorsport sobre asfalto que se celebró con iluminación. La transformación duró solo 175 días. La ronda inaugural se ha celebrado bajo los focos de Lusail hasta esta temporada, con un único 'break' por la COVID-19.
Me encantaban esas sesiones de fotos del Campeonato los jueves por la tarde en la recta principal, antes de la primera sesión de entrenamientos de la temporada al día siguiente. Ya se habían celebrado los Test de Valencia y de pretemporada, pero era la primera vez que veíamos las motos y los pilotos con sus nuevos colores. Valentino Rossi sobre una Ducati en 2011 y de vuelta sobre la Yamaha dos años después. Casey Stoner con Repsol Honda en 2011 y también años atrás, antes de la Ducati que le llevó a ganar su primer Campeonato del Mundo en 2007. Ese mismo año, el número 1 fue lucido con orgullo en la Honda de Nicky Hayden. Marc Márquez debutó en MotoGP™ con el mismo equipo en 2013 y Jorge Lorenzo se enfundó por primera vez el mono de Ducati, tras dejar Yamaha para aquella campaña 2017.
La cita de Qatar estará cargada de tensión y expectación con tanto en juego este fin de semana, pero será diferente. El Campeonato del Mundo de Moto2™ ya está decidido y en MotoGP™ hay 37 puntos en juego. La primera oportunidad para Bagnaia de revalidar su corona, aunque Valencia parece el escenario más probable una semana después. Siempre he recordado el trazado de Lusail como el inicio de la aventura. El año que viene volverá a protagonizar el inicio de la temporada 2024. La primera carrera de Marc Márquez con la Ducati resume a la perfección mi recuerdo y mis sensaciones, aunque el domingo podría decidirse el Campeonato de una forma muy especial.